
Estos tres autores fijan su idea de felicidad en Dios. El hecho de que la existencia de la persona en la Tierra es una etapa de la vida, hace ver la muerte como el paso definitivo hacia la felicidad y las personas no busquen metas personales en su vida terrenal para alcanzarla. En la actualidad, esta mentalidad ha cambiado totalmente y no se cree tanto en una vida posterior a la muerte. Eso hace que las personas intenten ser felices en el momento en el que viven.
De manera, que no se intenta alcanzar la felicidad buscando a Dios, sino fijando metas personales que generalmente se alcanzan mediante la acumulación de bienes materiales y gozando de los placeres de la vida terrenal.
Las personas intentan crear una barrera con la muerte, esto se puede observar en la obsesión por parecer más jóvenes a pesar del transcurso de los años. La gente invierte buena parte de su vida en su bienestar físico y emocional.
Tanto la interpretación antigua de la felicidad como la moderna, también dependen del estatus socio-económico de la persona.
Las personas más necesitadas probablemente ni piensen si quiera en conseguir la felicidad, dedicarán todos sus esfuerzos a sobrevivir día a día.
Personalmente, creo que la felicidad constante no existe sinó que se tienen determinados momentos de la vida en los que eres feliz.
CRISTINA BLASCO GÓMEZ . COU V
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